1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

María Ángeles Durán / Premio Nacional de Sociología

“Los agentes del cambio social en España son los inmigrantes”

Gorka Castillo 5/08/2019

<p>María Ángeles Durán.</p>

María Ángeles Durán.

Manolo Finish

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar puede leer la revista en abierto. Si puedes permitirte aportar 50 euros anuales, pincha en agora.ctxt.es. Gracias.

Su casa, con los muebles revueltos y algunos libros apilados sobre las mesas, parece asediada por la mudanza. María Ángeles Durán (Madrid, 1942) se excusa con su sonrisa luminosa y el cabello plateado de tanto retar al tiempo. Poco o nada se puede añadir de esta mujer pionera en casi todo lo que toca. Fue la primera catedrática en Sociología de España, la primera en dirigir un instituto universitario de género y la primera en recibir el Premio Nacional de Sociología. Hasta su tesis doctoral, presentada en 1971, fue precursora en la visibilización del trabajo de la mujer “en un país donde 40 años después algunos siguen confundiendo feminismo con hembrismo, que es una cosa muy diferente”. Dueña de una lente personal prodigiosa para descifrar las contradicciones en las que se desenvuelve este mundo complejo, ha publicado una veintena de libros tan rotundos como Liberación y Utopía. La mujer ante la cienciaEl trabajo no remunerado en la economía global y, sobre todo, El valor del tiempo ¿cuántas horas te faltan al día?, una investigación inaudita sobre el uso del tiempo que trasciende la propia sociología para adentrarse en la vida postindustrial con reflexiones y vivencias personales. “Las mujeres llevamos gestionando la gasolina del cambio social en España desde hace 30 años”, sentencia.

En 2006 publicó el ensayo El valor del tiempo. ¿Cuántas horas te faltan al día? El capítulo final sobre la desaparición de las mujeres vivíparas es brutal. ¿Cómo se le ocurrió?

Quizá la idea no fue tan original como parece. En Un mundo feliz, de Aldous Huxley, ya se apunta que los embarazos del futuro estarán absolutamente controlados por la tecnología. E incluso se augura que a unos fetos se les suministrarán medicinas más caras que a otros que tendrán gestaciones más cortas y con menos cuidados. De todos modos me parece necesario reflexionar sobre este asunto porque nada escapa del avance tecnológico. Yo misma he conocido, en el lapso de mi propia vida, a varias generaciones de mujeres con concepciones muy diferentes sobre la natalidad. En tiempos de mi abuela llegaban a tener 17 hijos en partos naturales en casa, sin asistencia médica; en la generación de mis padres, después de la guerra, tampoco había controles de natalidad por la ideología religiosa y política dominante. ¡Recuerdo un premio de natalidad que otorgaron a una familia que tenía 24 hijos! Pero también he conocido la llegada de la píldora, la liberalización de los sistemas anticonceptivos y el aborto. Ahora estamos en la era de la gestación monitorizada de todo el proceso que permite actuar en el caso de producirse algún tipo de problema e incluso aceleran el parto si es necesario. 

¿Y cómo será en el futuro?

Imagino que los protocolos de actuación médica se ampliarán considerablemente. La tecnología resolverá los problemas derivados de los partos prematuros y el proceso de gestación será mucho más breve, de ocho, siete, seis meses. Aunque hay muchos partidarios de los beneficios que reporta un parto natural para el bebé y para la madre nos encontraremos que los tiempos de gestación se irán reduciendo a la nada. Eso lo estamos viendo ya. Parir es un hecho doloroso y minimizarlo encaja muy bien en la cultura hedonista de nuestra época.

hay muchísimas chicas jóvenes que se sienten incapacitadas para tener niños porque su situación laboral es absolutamente inestable

Desarrolló su carrera profesional mientras criaba a sus hijos. ¿Le resultó duro?

No sé si es más duro criar tres hijos en la época que me tocó o no poder criar ninguno como les pasa a muchas mujeres en la actualidad. Ahora hay muchísimas chicas jóvenes que se sienten incapacitadas para tener niños porque su situación laboral es absolutamente inestable. Procedo de una generación donde las relaciones, para bien y para mal, eran más duraderas. Las de ahora no son tan estables aunque tengan otras ventajas. Pero para tener hijos, sobre todo para la mujer, es necesario tener una estabilidad emocional o económica que en España no existe. Tenemos un grave problema y deberíamos tomarnos en serio la baja natalidad. 

En un momento de transformaciones generalizadas como el actual, ¿quiénes son los agentes del cambio social en España?

Los inmigrantes, sin duda.

¿Y las mujeres?

También las mujeres pero veo una diferencia. Nosotras llevamos gestionando la gasolina del cambio desde hace 30 años mientras que hace 20 años la migración no era un fenómeno tan palpable. Lo del 8 de marzo fue la eclosión. La mecha ya había prendido en EE.UU. años antes pero nos vino de maravilla porque creó alrededor del movimiento feminista un soporte mediático realmente sólido. Lo interesante es que nada de esto fue improvisado sino que tiene su origen en el acceso, lento y profundo, de la mujer a todos los niveles de la enseñanza y, por supuesto, al empleo. Lo de los inmigrantes es más reciente y, hasta cierto punto, también más disruptivo porque incluye un elemento innovador que, como todo hecho novedoso, produce tensión y conflicto. También las mujeres introducimos y seguimos introduciendo componentes sociales novedosos. Por eso siempre fuimos un foco de tensión, pero vamos resolviendo los problemas.

Sin embargo, continúan encabezando el número de excedencias y de reducciones de jornada para dedicarse al cuidado de personas a su cargo, ¿no contradice las políticas de igualdad?

No, en absoluto. Con perdón de Marx, creo que cuando hablamos de avances nos olvidamos de que existen una serie de funciones, como tener hijos y velar por las personas que necesitan cuidados, de obligado cumplimiento porque sin ellas la sociedad se muere. Hay un fallo generalizado en todas las corrientes del pensamiento económico sobre esta cuestión porque desempeñar estas tareas no es gratuito ni es inagotable. En economía sólo se habla de los bienes que tienen precio. Ya advirtió Naciones Unidas durante la Conferencia de la mujer de Pekín en 1995 que todos los análisis macroeconómicos se elaboran mal. Tenemos que integrar los recursos monetarizados con los que no lo están, es decir, el tiempo de trabajo no pagado que se realiza en los hogares. La última gran encuesta del INE detectó que esa inversión es un 30% más alta que todo el tiempo del mercado laboral junto, incluido el sumergido. De ahí viene mi interés por estudiar el tiempo. 

El feminismo no es ninguna declaración de guerra contra nadie porque es puro humanismo

¿Y cómo mide el tiempo? ¿En dinero, en ocio creativo, en horas empleadas?

Hay que llegar a una visión un poco diferente. A lo mejor nos vendría bien asomarnos a otras culturas para percibir su manera de integrarse en una vida más completa. Te pondré un ejemplo. Hace dos meses tuve un accidente y durante este tiempo he utilizado a menudo la Sanidad, un servicio que debería tener muy presente a la persona y su entorno. Pero desgraciadamente he descubierto que se ha convertido en una especie de taxímetro donde cada consulta está escrupulosamente minutada. Si pueden atender 40 pacientes en una tarde mejor que a 20. No importan las necesidades de las personas, sólo interesa la rapidez porque en nuestra cultura se ha impuesto que lo breve es más productivo y rentable. Eso nos lleva al desastre, sin duda. Y, en buena medida, también a la soledad. Si nuestra civilización no encuentra otras formas de relacionarse con el tiempo está condenada a ser muy solitaria. Francia ya ha creado un ministerio de la soledad e Inglaterra ha tenido que hacer algo parecido.

Suele destacar la importancia del trabajo no remunerado en la producción de bienestar y riqueza en España. ¿Es para tanto?

Si lo comparamos con otros países de nuestro entorno, España es mucho más rica de lo que pensamos. Y lo mismo sucede con las diferencias regionales. Si comparamos el PIB de Catalunya con el de Extremadura y el del País Vasco con el de Andalucía vemos que catalanes y vascos tienen más ingresos pero menos tiempo disponible para el cuidado y la calidad comunitaria. Cuando empecé a trabajar en esta materia comparé la renta per cápita de Dinamarca e Italia y me sorprendió que eran muy parecidas, aunque los daneses dedicaban muchas más horas al trabajo remunerado que los italianos. La pregunta que me surgió fue: si ambos tenían una renta parecida pero a los italianos le quedaba más tiempo para invertirlo en sí mismos, ¿quién de los dos era más rico?

Parece claro. Y ahí comenzó a considerar un nuevo concepto que terminó inventando, Las cuidatoriadas, para referirse a toda esa gente, la mayoría mujeres, que invierte horas de trabajo no remunerado en el cuidado de otras personas. ¿Es la nueva clase nacida de la crisis?

No, es anterior, aunque la crisis la hizo más visible y le haya dado fuerza. Es el resultado de algo muy evidente si observamos la historia. En la era de la agricultura surgió el campesinado, durante la revolución industrial nació el proletariado y, ahora, con las sociedades de servicios y poblaciones envejecidas tenía que haber una nueva clase social en la zona oscura, los trabajadores que se ocupen de los que no tienen dinero pero necesitan muchas horas, es decir, de los viejos. Eso es el cuidatoriado. Es la suma de dos grandes grupos sociales, los que cuidan por obligación moral y quienes cuidan ocupando la franja más baja del mercado laboral que, frecuentemente, trabajan en situación de alegalidad. Por ejemplo, una jubilada con problemas de movilidad que recibe la pensión media que cobran las mujeres en España, es decir, 650 euros, dime tú qué puede hacer para cubrir sus necesidades de atención. Nada. Sólo le queda el recurso de contratar a personas en régimen de alegalidad y mal pagadas aunque el grueso del cuidatoriado lo siguen conformando mujeres que cuidan por obligación familiar. 

¿Se considera feminista?

Si. 

¿Qué opina de la controversia que ha generado el término?

El feminismo siempre ha sido un concepto a debate. Hace varias décadas estaba mal visto, luego aportó prestigio y ahora un sector de la sociedad vuelve a debatirlo mucho. En mi opinión, ser feminista y demócrata son dos sentimientos complementarios que caminan de la mano porque el feminismo no hace otra cosa que insuflar valores democráticos a las relaciones entre hombres y mujeres. Por eso no entiendo a esas personas que van por ahí presumiendo de demócratas pero no de feministas. Una de dos. O tienen una idea rara de lo que es en realidad el feminismo o lo confunden con el hembrismo, que es una cosa muy diferente. El feminismo no es ninguna declaración de guerra contra nadie porque es puro humanismo.

Y, ¿cree usted que se puede ser feminista y pactar con un partido de extrema derecha como Vox?

A mí me parece imposible. He escuchado a algunas mujeres decir que les parece natural pero a mí me resulta contradictorio. Creo que no se puede.

Antes de conocerse el grave problema que supone la España vaciada, ya alertaba de los efectos del desplome de la natalidad y el envejecimiento demográfico sobre la despoblación del campo. ¿Hacia dónde nos dirigimos?

Hay un tercer factor fundamental que es el efecto succión que ejercen las ciudades sobre el mundo rural. Somos un territorio muy grande que es difícil de controlar. En el plano jurídico y en el medioambiental. Una distribución más homogénea de la población propiciaría que la tierra estuviera más cuidada y vigilada pero para que todo esto sea factible la vida en el campo debería recibir unos recursos similares a los que ya se dispensan a las ciudades para ser competitivos. La despoblación es abandono y desidia. El tiempo es muy importante.

Y usted, ¿cuándo descubrió la importancia de administrar el tiempo?

Puedo decirte cuándo descubrí que era una pobre de tiempo: en el momento que me casé.

¿Por qué?

Era una chica joven, tenía 24 años, estaba en pleno despegue profesional y de repente me encontré que era incapaz de manejar nada de mi propia casa. No sabía ni cocinar. Esto me hizo consumir un tiempo extraordinario. Y luego, cuando tuve a mi primer hijo, ya ni te cuento. Recuerdo que preparando las oposiciones de profesora en 1975 ya tenía dos hijos, uno de ellos recién nacido, y coincidieron con un momento donde la conciliación era una tarea titánica porque tanto mi marido como yo necesitábamos cada minuto de nuestro tiempo. Así que contratamos a una persona para que nos ayudara, le diera el biberón de la madrugada a la pequeña y pudiéramos dormir. Pero todo entró en conflicto por diferentes motivos. Tuvimos que tirar de mis hermanos, que eran estudiantes, para que nos hicieran de au pair. Fue tal el lío que al final nos encontramos con cinco personas en casa cuidando de los dos bebés, uno de los cuáles se puso enfermo con diarreas, de mi marido y de mí. Fueron tres o cuatro meses terribles, agotadores, que nos costaron más dinero de lo que ingresábamos. Una vez superado aquello pensé, ¿cómo es posible que en la facultad de Ciencias Económicas sepamos todo sobre el carbón, el trigo, las vacas y los corderos pero no tengamos ni idea de que en España hay un millón de niños que sufren diarreas a diario? Y empecé a escribir en un diario todo el trabajo que es imprescindible para sobrevivir pero que no se contabiliza en dinero. El resultado es que el trabajo que dedicamos al hogar y familia es un 30% superior al remunerado. 

¿Cuántas horas le faltan al día?

Hay veces que desearía que el día tuviera 48 horas porque, aunque siempre termino haciendo lo que me propongo, lo realizo con cierto retraso.

¿Mantiene la costumbre de juntarse con toda su amplia familia en la Sierra de Gata, en Extremadura, para celebrar la llegada de la primavera?

Noooo. La realidad es mucho más prosaica. Yo no organizaba nada. Iba de invitada, aunque ahora soy un poco más dinamizadora del encuentro. Fue algo que se empezó a hacer en la época de mi madre y mis tíos pero no celebrábamos la llegada de la primavera (risas) sino la Semana Santa. Lo hacíamos el jueves santo porque era el día más fácil del año para juntar a toda la familia dispersa. Allí nos reuníamos más de cien personas. Cada uno llevaba un mantel, una cesta y comida y lo repartíamos. De la primera generación sólo quedan dos personas, pero sí, todavía seguimos reuniéndonos. 

¿Quién es María Ángeles Durán?

¿Quién lo sabe? Cada día me descubro nueva y me construyo también nueva. Y supongo que también me destruyo nuevamente. Así que soy un proceso permanente de cambio.

--------------------------------------------------------------------

La siguiente entrevista, con Ainhoa Tirapu, jugadora internacional del Athletic Club, se publicará el 14 de agosto.

CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. David Uribarri

    Cómo siempre, muy bueno. Un placer seguir tus crónicas y entrevistas. Un dardo que siempre da en la diana. Sigue así que lo necesitamos como el comer. Gracias

    Hace 4 años 8 meses

  2. Irma Pugliese

    Interesante entrevista pero faltó abundar más en el papel del inmigrantado como factor de cambio. Me hubiera encantado que se profundizara en el tema y no que quede solo la frase como titular.

    Hace 4 años 8 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí