1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

TRIBUNA

¿A quién estamos juzgando?

Las violaciones nos incumben a todas las mujeres. Esta todavía más: está en juego la cultura de la violación

Beatriz Gimeno 16/11/2017

<p>Manada de lobos.</p>

Manada de lobos.

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT está produciendo el documental 'La izquierda en la era Trump'. Haz tu donación y conviértete en coproductor. Tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes. Puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.

Una violación no es nunca sólo una violación por más que la víctima la viva lógicamente como única y absolutamente personal. Una violación, y el consiguiente juicio y tratamiento social son un reflejo de la historia de las relaciones entre hombres y mujeres y un reflejo social, simbólico, material, jurídico, mediático etc., de la posición de mujeres y hombres en una sociedad dada. Se podría hacer una historia de las relaciones entre los sexos y de la posición social de las mujeres simplemente haciendo un seguimiento de los casos de violación conocidos, de cómo se juzgan, de cómo se tratan socialmente, de cómo se castigan o no se castigan y también de a quién se castiga. Por eso el juicio que se está celebrando en Pamplona por la violación  múltiple de una chica durante los San Fermines  de 2016 es histórico en muchos sentidos, más allá de lo que signifique para la víctima, que esté en juego su propia vida, su necesaria reparación y, a partir de ahí, su curación futura. Si todas las violaciones nos incumben a todas las mujeres, esta nos afecta especialmente, al venir acompañada de otros elementos que la han convertido en un compendio de lo que significa la cultura de la violación y al ocurrir en un momento en el que las mujeres estamos abandonando el silencio habitual frente a las agresiones sexuales que todas vivimos por el hecho de ser mujeres. Lo que está ahora en juego es la respuesta que el Estado va a dar a una agresión especialmente brutal y si la cultura de la violación va a salir reforzada o fragilizada de este juicio. Su tratamiento, su castigo, su reparación, nos incumbe a todas porque el tratamiento judicial, social y mediático que se le dé a esta violación nos va a mostrar si el contexto de legitimación en el que los agresores se sienten impunes y culturalmente adaptados está siendo cuestionado o no.

Ellos, machistas, agresores confesos, presuntos violadores, llegan al juicio siempre impolutos. Son hombres. Ella, en cambio, llega cargando una maleta de descrédito, sospechas, acusaciones, es una mujer y sólo por eso tiene mucho que demostrar

La violación, como sabemos, no siempre ha sido un delito y aun cuando lo fuera no siempre ha sido un delito grave. En muchas ocasiones lo que se castigaba era el uso del cuerpo femenino entendido como propiedad de un hombre y no como la vulneración de nuestra libertad y de nuestra dignidad. Para que pudiera ser considerada un ataque a nuestra libertad y dignidad tuvimos primero que constituirnos como sujetos con derechos, con libertad y dignidad, ciudadanas, cuestión esta que nos ha llevado siglos y que es un proceso que está lejos de haber concluido. Durante toda la historia, además,  la violación ha sido un comportamiento masculino naturalizado, algo que estaba en el orden normal de las cosas. Por eso no es como cualquier otro delito y por eso no es nunca fácil castigar a los culpables. Cierto que existe también para los violadores, como para cualquier delincuente, la presunción de inocencia, pero cuando hablamos de violación los términos se invierten siempre. No creo que haya ningún otro crimen en el que la víctima tenga que demostrar no que los acusados son culpables, sino que ella misma es inocente. Esa exigencia planea siempre sobre cualquier caso de violación y si no es en el tribunal, será en los medios o en la sociedad en su conjunto. La víctima de una violación tiene primero que demostrar que es inocente para poder condenar a los culpables. ¿Inocente de qué? Pues de ser una mala mujer, es decir, una mujer que merecía ser violada.

Para empezar, la víctima tendrá que demostrar que no tiene parte de culpa en lo que ha pasado. La primera culpa es estar donde no debía; ponerse a tiro de los irreprimibles y naturales deseos masculinos. Los hombres son así y si no quieres que te violen no estés donde no debes: no estés sola, no estés en la calle a horas tardías, no te sientes en un banco como si esperaras algo, no te vayas con ningún hombre, no entables conversación con desconocidos, no te vayas con él o ellos a un bar. Es decir, fundamentalmente no seas como ellos, que pueden hacer todas esas cosas tranquilamente. No olvides que el sitio de las mujeres no es la calle, ni andar sola, ni olvides que los hombres son siempre un peligro; si lo olvidas… es cosa tuya. La segunda cuestión es demostrar que verdaderamente no querías que te violaran. No hay que demostrar que ellos te violaron, sino que tú no querías que tal cosa ocurriese. Se da por hecho que lo normal --si has transgredido las normas del punto 1-- es que ellos lo intenten. Lo masculino es tener siempre ganas de  meter la polla en cualquier orificio de una mujer, piense lo que piense ella del asunto. Y lo normal es también tratar de vencer la primera negativa femenina, que se supone que es, también, lo normal en las mujeres. Una negativa no es bastante. Se exige siempre una especie de negativa cualificada que queda a criterio de los que juzgan. Porque volvemos a lo anterior, el comportamiento de ellos es lo normal, eso queda fuera del foco. Si la mujer no se resiste lo bastante --y aunque explique hasta la saciedad que no quería-- el comportamiento de ellos no merecerá reproche. ¿Y cuánto es bastante, mucho, poco? Nunca se sabe, eso queda a juicio de los que juzgan e intervienen muchas variables. En principio parece que hay que arriesgarse a un daño mayor, porque se supone que una mujer decente ha de preferir cualquier cosa a ser violada. Eso suele ser un criterio. Porque ser violada es lo peor y la que piense que peor es morir o sufrir más daño físico, esa ya entra en la categoría de sospechosa. Antiguamente, las mujeres se quitaban la vida antes de permitir que las violaran. De esas no quedaba duda de que verdaderamente no querían ser violadas, de todas las demás nunca está claro.

La tercera cuestión es que se trata de la palabra de una contra la de otro(s). No hay testigos. ¿Cómo se va a creer a las mujeres si hasta hace poco (y aun en muchos lugares) nuestra palabra valía la mitad que la de un hombre ante un tribunal? Un hombre siempre tiene presunción de verosimilitud, nosotras no y mucho menos cuando con nuestra sola palabra podemos hundir la vida de unos chicos normales y socialmente adaptados. La víctima de una violación muy a menudo sólo tiene su palabra, y eso en un contexto cultural en el que abrumadoramente se considera que las mujeres somos mentirosas, y así lo atestiguan refranes, frases hechas, personajes que pueblan obras de teatro, novelas, películas. Mentirosas y, además, odiamos a los hombres y queremos hacerles daño. El hecho de que una mujer decida denunciar una violación sabiendo que eso significa exponer su intimidad, su vulnerabilidad, ser juzgada, arriesgarse a ser cuestionada, rememorar el suceso en lugar de olvidarlo… eso no da apariencia de verosimilitud a la cuestión, más bien al contrario. Exponerse a pasar por todo ello también es sospechoso.

Y por último, la respuesta que se tenga a la violación influye en la consideración de la misma. Es decir, para que sea verdadera violación tienes que hundirte después y ya no levantarte; tienes que decretar que tu vida se ha roto de manera irremediable, cualquier otra reacción te convierte --también-- en sospechosa. Si tan grave es… ¿cómo es que no te mueres? ¿Cómo es que no te tiras a la pira? ¿No será que, en realidad, no te ha desagradado tanto como dices? Y así, volvemos al principio en un bucle de imposible resolución. Esto es lo que ha debido pensar el juez cuando ha admitido como prueba una investigación sobre la vida de la víctima. ¿Qué tiene que ver la vida anterior o posterior de la víctima con lo que ocurrió en aquel portal? ¿Qué más da, a la hora de juzgar si hubo o no agresión,  que la chica se recuperara pronto o tarde? ¿Qué más da si recuperó su vida normal o no pudo hacerlo? ¿Qué relación tiene con el delito que después del suceso ella se divirtiera con sus amigas o se fuera de viaje? En definitiva:  ¿a quién se está juzgando?  

En cambio, la vida de ellos sí que tiene importancia. En este caso, en cambio, el juez ha considerado que el siguiente mensaje no tiene nada que ver con el asunto: “Tengo reinoles [rohypnoles] tiraditas de precio. Para las violaciones”. “Hay que empezar a buscar el cloroformo, los reinoles, las cuerdas… para no pillarnos los dedos porque después queremos violar todos”. “Violaría una rusa que vea despistada y palizón a un niño de 12 años inglés. 2-0 y pa casa”. Que en su vida anterior los agresores hablaran repetidamente de que se estaba preparando para violar a una mujer no lo admite el juez como prueba, debe ser el comportamiento masculino habitual; que haya sobre ellos una denuncia por otra violación no importa, los hombres son así; que su comportamiento y su actitud ante las mujeres sea de un machismo insoportable no cuenta porque, ya sabemos que las violaciones no tienen nada que ver con el machismo y que todos los hombres hacen chistes sobre la cuestión. Ellos, machistas, agresores confesos, presuntos violadores, llegan al juicio siempre impolutos. Son hombres. Ella, en cambio, llega cargando una maleta de descrédito, sospechas, acusaciones, es una mujer y sólo por eso tiene mucho que demostrar. Queda mucho juicio por delante, es cierto. Ojala que no se cumplan algunos malos presagios.

CTXT está produciendo el documental 'La izquierda en la era Trump'. Haz tu donación y conviértete en coproductor. Tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Beatriz Gimeno

Escritora, activista y diputada de Unidos Podemos en la Asamblea de Madrid.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

43 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. LORENA

    Queda mucho por hacer. Para empezar, que en vez de Autor, ponga Autora: BEATRIZ GIMENO.

    Hace 6 años 4 meses

  2. Mary Rosy

    https://twitter.com/DaniMateoAgain/status/932215408442081280?s=17

    Hace 6 años 4 meses

  3. Bea

    En el tratamiento jurídico que una institución hace de la violación intervienen mecanismos simbólicos que expresan el ideario cultural que la sociedad acepta o por lo menos no cuestiona salvo algunas minorías. No le hace justicia la foto seleccionada pues solo sirve para seleccionar el concepto de manada. Esta especie no actúa de forma miserable, más bien trata de sobrevivir a pesar del hombre.

    Hace 6 años 4 meses

  4. Antonio Tostón De la Calle.

    Vaya por Dios¡¡¡ El problema es la foto.

    Hace 6 años 4 meses

  5. Esteban

    Mire, amigo Christian, el desdén a la presunción de inocencia, que es fundamento de cualquier sistema de justicia propio de un país civilizado, descalifica como sujeto de discusión racional.

    Hace 6 años 4 meses

  6. Christian

    Gracias Beatriz Gimeno por este tan necesario y excelente artículo. Abordar el tratamiento social que se da a la violación y como en este tratamiento intervienen mecanismos simbólicos, jurídicos, culturales, a través de los cuales opera la cultura de la violación para defenderse, reafirmarse y protegerse; desde mi punto de vista es central. Pienso que además de mostrar el contenido profundamente patriarcal de las instituciones, su artículo nos ubica como sujetos que legitiman, reproducen y ejercen esta cultura de la violación. Le agradezco esto, porque nos cuestiona profundamente, porque nos muestra las formas en las que defendemos esta cultura de la violación, nos muestra a nosotros defendiéndola y ejerciéndola. Por supuesto, esta cultura también necesita hacerla “sospechosa” a usted y sus ideas, para no escuchar lo que nos dice. Encontraremos alguna sospecha, no importa cual, lo importante es evitar reflexionar y discutir sus argumentos. Sospecharemos de su animadversión a los animales, su desdén a la presunción de inocencia, su soberbia al hablar de lo que sólo está reservado a los juristas, etc. Aunque en apariencia estas sospechas se presenten inocentes, en el fondo opera un mecanismo (consciente o no) de defensa de esa cultura que usted denuncia. Por supuesto no digo nada que usted no sepa mejor que yo. Personalmente le agradezco mucho, un texto tan importante.

    Hace 6 años 4 meses

  7. Christian Ferreyra

    Gracias Beatriz Gimeno por este tan necesario y excelente artículo. Abordar el tratamiento social que se da a la violación y como en este tratamiento intervienen mecanismos simbólicos, jurídicos, culturales, a través de los cuales opera la cultura de la violación para defenderse, reafirmarse y protegerse; desde mi punto de vista es central. Pienso que además de mostrar el contenido profundamente patriarcal de las instituciones, su artículo nos ubica como sujetos que legitiman, reproducen y ejercen esta cultura de la violación. Le agradezco esto, porque nos cuestiona profundamente, porque nos muestra las formas en las que defendemos esta cultura de la violación, nos muestra a nosotros defendiéndola y ejerciéndola. Por supuesto, esta cultura también necesita hacerla “sospechosa” a usted y sus ideas, para no escuchar lo que nos dice. Encontraremos alguna sospecha, no importa cual, lo importante es evitar reflexionar y discutir sus argumentos. Sospecharemos de su animadversión a los animales, su desdén a la presunción de inocencia, su soberbia al hablar de lo que sólo está reservado a los juristas, etc. Aunque en apariencia estas sospechas se presenten inocentes, en el fondo opera un mecanismo (consciente o no) de defensa de esa cultura que usted denuncia. Por supuesto no digo nada que usted no sepa mejor que yo. Personalmente le agradezco mucho, un texto tan importante.

    Hace 6 años 4 meses

  8. Antonio Lechugo Vazquez

    Magnífico artículo, aunque muy desafortunada la imagen que lo encabeza, los lobos no tienen que ver con las miserias humanas, bastante tienen con sobrevivir de ellas. Gracias por comprenderlo

    Hace 6 años 4 meses

  9. Vikinga

    “LOS TRIBUNALES SON UNA PUERTA DE ACERO PARA LAS MUJERES, LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS” http://www.pikaramagazine.com/2017/11/tribunal-mujeres/

    Hace 6 años 4 meses

  10. quépenita

    Que la foto sea al final el centro de los comentarios tampoco es muy alentador... Quizá no sea la mejor imagen para representar a "la manada" de bazofia que se está juzgando por haber cometido presuntamente una violación, pero tampoco por ello hay que desmerecer ni una sola palabra del artículo. Lo único en lo que no coincido es en lo de "las violaciones nos incumben a todas las mujeres". Yo mejor diría "las violaciones nos incumben a todas las mujeres y hombres". No lo concibo de otra manera.

    Hace 6 años 4 meses

  11. Yuly Vaquero

    Debería eliminarse la imagen de los lobos. Un lobo nunca haría semejante aberración, en realidad ningún animal. Y tratar de relacionar a estos escombros con lobos solo me hace pensar el amarillismo de esta publicación. El lobo vende verdad? Pues no sabes el daño que estas haciendo a una especie protegida. Que los juzguen por la aberración cometida, pero a l lobo no lo metáis quw ya bastante tiene. Solicito eliminar esta foto y poner la foto real de la manada. La que ha cometido el delito

    Hace 6 años 4 meses

  12. Lobo

    Qué triste que se enfoquen todos los comentarios en la foto... Así va la sociedad.

    Hace 6 años 4 meses

  13. Pepe

    Es una vergüenza que se censure comentarios razonables y sin indultos pero críticos con la periodista. A ver, ¿no es más razonable decir presunta violación que violación cuando no hay sentencia? ¿O que todo el mundo tiene derecho de defensa? ¿O que los jueces saben más que nosotros? La verdad es que no lo entiendo si prescindo del sectarismo.

    Hace 6 años 4 meses

  14. Angela

    El presente post quiere plantear abiertamente un tema delicado, que en España se está generalizando en los últimos tiempos de forma -a mi juicio- bastante peligrosa, poniendo en grave riesgo el buen funcionamiento de la Justicia y, lo que es aun más grave, los derechos fundamentales de muchos ciudadanos. Se trata del juicio paralelo que muchos medios de comunicación realizan sobre determinados asuntos sujetos a una investigación judicial y que, en ocasiones, yendo bastante más allá de lo que exige su indiscutible derecho a informar, busca obtener otro tipo de réditos, sean políticos, económicos o de otra índole, a costa del honor y de la intimidad de las personas investigadas y de su derecho constitucional a ser considerados inocentes. Dejemos que los jueces juzguen y no nos convirtamos en jauría, porque una cosa es admitir que los chavales de la Manada son unos gilipollas , unos misóginos y hasta unos hdp por sus vídeos, sus chats o etc ,pero estoy cansada de ver jóvenes y adultos considerados normales, que se transforman en verdaderos monstruos en sus post, chats o comentarios, todos, protegidos por la impunidad de la red.

    Hace 6 años 4 meses

  15. Patricia

    Ruego encarecidamente que se dejen de usar imágenes de lobos en relación a esa banda de humanos indignos. Bastante (injustamente) dañada está ya la reputación de los lobos y bastante han sufrido por ello.

    Hace 6 años 4 meses

  16. ivonne

    ABSOLUTO RECHAZO A LA IMAGEN DE MANADA DE LOBOS, dramática ignorancia, totalmente de acuerdo con Marina

    Hace 6 años 4 meses

  17. ivonne perez

    IMAGEN ERRÓNEA, EXCUSA PARA MATAR LOBOS, no se puede permitir este abuso de imagen de animales, para unos hombres civilizados del primer mundo

    Hace 6 años 4 meses

  18. Winston Smith

    De hecho los lobos son monógamos y cazan por hambre.

    Hace 6 años 4 meses

  19. laPaca

    Deja a los lobos en paz, ignorante

    Hace 6 años 4 meses

  20. Anónima

    Vikinga, tú te has leído? No cabe duda de que hay tipos así leyendo este artículo y en los comentarios, pero te has pasado cinco pueblos. El texto es una maravilla, ninguna pega, al contrario. Ahora, con la foto se ha equivocado y no hace ningún daño decirlo, así en futuros artículos no usará a los animales para dar una imagen de maldad. Los lobos cazan para obtener alimento, no para joder a otros animales. En fin, que es un despropósito tu comentario, soy mujer, soy feminista, el texto del artículo me parece fantástico, y la imagen me parece una metedura de pata. Así que tranquílizate, baja los humos, y piensa un poco antes de ir acusando de machista a todo y toda aquella que, además de ser feminista, no quiera colaborar en seguir extendendiendo una imagen de maldad de los animales carnívoros no domésticos. Piénsalo un poco tus alarmas cargadas de bilis hacia todos y todas las que criticamos LA IMAGEN del artículo. PD. No sé si aparecerá dos veces el mensaje, la primera vez que lo he enviado no aparecía. Si es así, disculpad.

    Hace 6 años 4 meses

  21. Anónima

    Vikinga, tú te has leído? No cabe duda de que hay tipos así leyendo este artículo y en los comentarios, pero te has pasado cinco pueblos. El texto es una maravilla, ninguna pega, al contrario. Ahora, con la foto se ha equivocado y no hace ningún daño decirlo, así en futuros artículos no usará a los animales para dar una imagen de maldad. Los lobos cazan para obtener alimento, no para joder a otros animales. En fin, que es un despropósito tu comentario, soy mujer, soy feminista, el texto del artículo me parece fantástico, y la imagen me parece una metedura de pata. Así que tranquílizate, baja los humos, y piensa un poco antes de ir acusando de machista a todo y toda aquella que, además de ser feminista, no quiera colaborar en seguir extendendiendo una imagen de maldad de los animales carnívoros no domésticos. Piénsalo un poco tus alarmas cargadas de bilis hacia todos y todas las que criticamos LA IMAGEN del artículo.

    Hace 6 años 4 meses

  22. Esteban

    No se el porquè se le sigue llamando manada, a esta gentuza, con suerte y con perdon de los cerdos, yo les denominaria piara. Esta cuestiòn es otra mas que no se describe en el articulo. Tan impregnados estamos del lenguaje machista.

    Hace 6 años 4 meses

  23. Marina

    Resulta no sólo erróneo sino doloroso utilizar una foto de animales que viven en manada para ilustrar un artículo sobre ese grupo de violadores que hoy se juzga. Puede que ellos se autodenominen "la manada", pero nada tienen que ver con una manada de verdad. Asociar esta imagen a la barbarie de este grupo de agresores perpetúa una imagen distorsionada de los animales, y más concretamente del lobo, un animal estigmatizado, muy especialmente en nuestro país, donde se le persigue y caza sin tregua. Los lobos viven en manadas, que son familias, todos, hembras y machos, ayudan a criar a los cachorros, cazan juntos, y cuidan de los ejemplares más débiles. Es decir, tienen mucha más "humanidad" que aquéllos a los que se alude en este artículo. Y entrecomillo humanidad porque los animales no son ni buenos ni malos, esos son rasgos humanos, pero ello no les exime de ser amados y respetados. Estoy totalmente de acuerdo con la intención del artículo, sobra decir. Pero por favor cambia la foto. Le haces un flaco favor a otros seres también perseguidos y humillados.

    Hace 6 años 4 meses

  24. Vikinga

    Menudos argumentos os traéis para no reconocer el magnifico y profundo artículo de Beatriz Gimeno, pretendiendo esconder, detrás de una foto, vuestro machismo supino.... La foto que representa una manada de lobos, es por la manada de bestias que cazan a su presa, acechandola en grupo, sin compasión ni resentimiento…Demuestra la manada, en estado puro, que sin raciocinio, sin empatia ni intelecto, van a la caza de su víctima… Pero que vais a entender vosotros, pedazos de cabestros, si vuestro machismo recalcitrante, os discapacita para entender un artículo como este…Seguro que no sois tan remilgad@s a la hora de ofender a alguna mujer, con símiles de animales, como loba, perra, zorra…a que no me equivoco?. Os tenemos caladit@s…sois cómplices de la cultura de la violación…Para vuestra información, estas 5 malas bestias, son culpables de violación en grupo, con premeditación y alevosía y no lo digo yo, sino que lo dicen ellos en sus vídeos y conversaciones grabadas…Ahora tendrán un juicio justo, por supuesto…En el derecho contra los casos de violencia de género, se juzgan los actos, los hechos, no la actitud de la víctima, que es indiferente…y así se lo vamos a exigir, las feministas al juez...

    Hace 6 años 4 meses

  25. Vikinga

    Menudos argumentos os traéis para no reconocer el magnifico y profundo artículo de Beatriz Gimeno, pretendiendo esconder, detrás de una foto, vuestro machismo supino.... La foto que representa una manada de lobos, es por la manada de bestias que cazan a su presa, acechandola en grupo, sin compasión ni resentimiento…Demuestra la manada, en estado puro, que sin raciocinio, sin empatia ni intelecto, van a la caza de su víctima… Pero que vais a entender vosotros, pedazos de cabestros, si vuestro machismo recalcitrante, os discapacita para entender un artículo como este…Seguro que no sois tan remilgad@s a la hora de ofender a alguna mujer, con símiles de animales, como loba, perra, zorra…a que no me equivoco?. Os tenemos caladit@s…sois cómplices de la cultura de la violación…Para vuestra información, estas 5 malas bestias, son culpables de violación en grupo, con premeditación y alevosía y no lo digo yo, sino que lo dicen ellos en sus vídeos y conversaciones grabadas…Ahora tendrán un juicio justo, por supuesto…En el derecho contra los casos de violencia de género, se juzgan los actos, los hechos, no la actitud de la víctima, que es indiferente…y así se lo vamos a exigir, las feministas al juez...

    Hace 6 años 4 meses

  26. Guillermo

    Este artículo debería dar vergüenza a quien lo ha escrito. Y no porque los violadores no merezcan la condena más severa; sino por la TREMENDA ignorancia de que hace gala la autora, acerca de cómo funciona tanto el Derecho penal, como los Tribunales a la hora de juzgar delitos de violación. En primer lugar, hace muchos años ya que está más que claro que la violencia o intimidación (requisitos para que exista violación como tal) no tienen por qué manifestarse de forma explícita, como podría ser mostrando un arma o ejerciendo violencia directa sobre la víctima. Lea usted sentencias, doña Beatriz, y si tiene algo de vergüenza retráctese de sus palabras, porque es FALSO que en España los Tribunales exijan a las víctimas demostrar una especie de resistencia extrema a la violación, para que pueda haber condena. UNA VEZ una juez cometió la barbaridad de preguntarle a una víctima si "cerró bien las piernas", y todos nos enteramos. Así que imagine hasta qué punto eso no es normal. En cuanto a si la sola declaración de la víctima es suficiente para condenar por violación... Una vez más, haga el favor de, o bien leerse las Sentencias que el Tribunal Supremo lleva MUCHOS años dictando al respecto, o no atreverse a explicarnos cómo es la jurisprudencia que usted no conoce. Por supuesto se exigen ciertos requisitos para que esta declaración sirva por sí sola para condenar (que sea compatible con otras circunstancias externas que sí puedan verificarse, que no haya cambiado la versión de los hechos más allá de detalles, o que no haya motivo para creer que la víctima tenía algo contra el acusado... esto, resumiendo mucho), sólo faltaría que no... pero en la mayoría de delitos de violación, sépalo usted, se acaba condenando con la declaración de la víctima como prueba única o al menos esencial. Y sobre la famosa admisión de la prueba... una vez más, deberían callar un poco quienes no tienen la más mínima idea de cómo funciona un proceso penal. Si la acusación dice que existe una u otra secuela, la defensa tendrá que tener derecho a aportar lo que crea conveniente para negarlo. Ya dirá la Sala en su sentencia la gilipollez que es decir que no puede haber secuelas porque la víctima ha seguido su vida... pero por dios, ¿TAMBIÉN va a pontificar todo el mundo sobre Derecho procesal penal? Y por cierto, es falso que no se admitieran las famosas conversaciones de Whatsapp. Se admitieron las del día de los hechos, que son las que pueden probar algo.

    Hace 6 años 4 meses

  27. Mary Rosy

    Un tema tan relevante como este y tan bien expuesto, merecía ser acompañado por una imagen acorde. La foto de la manada de lobos no fue una decisión acertada. Las acciones de los humanos no son ni de cerca parecidas a las de los animales. El comportamiento de estos cinco personajes es de una irracionalidad tal que no tiene equiparación alguna.

    Hace 6 años 4 meses

  28. Juan

    Coincido, la violencia sexual es una lacra. Pero añado que la violencia sexual masculina tiene también otras victimas. Ya no es desconocido el tema que muchos hombres jovenes homosexuales han padecido una violación o abuso de fuerza por parte de otro varón/varones de más edad.

    Hace 6 años 4 meses

  29. Lara

    No coincido con el comentario que los cataloga como "irracionales"- Son bien razonables, pero están programados por la cultura que ESE es su rol y el de la mujer

    Hace 6 años 4 meses

  30. Juan Carlos Santamaría

    A ver, lo de los lobos es porque ellos se llamaban a sí mismos "la manada". Ya sabemos que los animalitos son inocentes.

    Hace 6 años 4 meses

  31. Pepe

    A la periodista le gustaría que los denunciados por volación pasarán directamente a cumplir los quince años de prisíón sin juicio previo, pero en un estado de derecho los denunciados tienen asegurado el derecho a la defensa y a un juicio justo. Dejemos que los jueces hagan su trabajo del que saben más que nosotros. ¿Y por qué se habla de violación, como si esta estuviera probada y no de presunta biolavión?

    Hace 6 años 4 meses

  32. José

    Con tal de criticar, se critica hasta la foto que acompaña al artículo desestimando la información de dicho artículo. Sois de lo que no hay, menos mal que hay excepciones.

    Hace 6 años 4 meses

  33. Bdurruti58

    Muy lamentable que, para escribir sobre bestias irracionales, utilicéis a un animal tan extraordinario como es el lobo. Ahí habéis metido la pezuña y me temo que no es la primera vez. Y no va a ser la última. En cuanto al artículo se libra por ser acertado y contundente. Esperemos que no se cumplan esos malos presagios que a todos/todas nos rondan por la cabeza...

    Hace 6 años 4 meses

  34. Begonia

    Son machos, irracionales. Un hombre de verdad jamás haría algo así, ni otras cosas perversas.

    Hace 6 años 4 meses

  35. Paqui Pérez Fons

    El texto es muy acertado, pero no creo que la foto lo sea. Los lobos no se merecen que se les compare con semejantes alimañas. Los lobos actúan en grupo para buscarse el sustento, no para hacer daño ni humillar.

    Hace 6 años 4 meses

  36. Manu

    A ver, está muy bien el texto y desde luego son unos malnacidos, pero poner lobos para ilustrar este texto es un auténtico despropósito. Venga a colgarles sambenitos que no tienen enemigos de sobra.

    Hace 6 años 4 meses

  37. invitado

    damian: juas: estulte: a quién? y quienes son?

    Hace 6 años 4 meses

  38. Eanes

    Los lobos no violan. Ni siquiera es original poner esa foto para ilustrar la noticia.

    Hace 6 años 4 meses

  39. Blanca

    No hay palabras suficientes, para poder expresar lo que una mujer siente cada día con tanto machismo

    Hace 6 años 4 meses

  40. jubilado

    No se merecen , los lobos , dar imagen a tan canallas individuos, si de verdad son culpables,claro

    Hace 6 años 4 meses

  41. Andrea

    Texto extraordinario...!!!!

    Hace 6 años 4 meses

  42. damian

    Juas! menuda foto. Dais vergüenza ajena.

    Hace 6 años 4 meses

  43. Marta

    Basta ya

    Hace 6 años 4 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí